jueves, 22 de octubre de 2015

ORACION PARA RECIBIR LAS BENDICIONES DE LOS ORISHAS


Que la irreverencia y el desprendimiento de Exú,
 nos animen a no encarar las cosas
de la forma como ellas parecen a primera vista,
y que aprendamos que todo en la vida,
por malo y peor que sea,
tendrá siempre su lado bueno y provechoso!

Laroiê exu!

Que la tenacidad de Ogum nos inspire
a vivir con determinación,
sin que nos intimide con piedras, espinas y tinieblas.

Su espada y su lanza eliminen los obstáculos
 de nuestro camino en la vida
y su escudo nos defienda.

Oguñe meu pai!

Que la labor de Oxóssi nos estimule
a conquistar los sucesos y tener abundancia
a costa de nuestro proprio esfuerzo.

Que sus flechas caigan enfrente nuestro,
a nuestras costas,
a nuestra derecha y a nuestra izquierda,
cercándonos para que ningún mal nos aflija.

Okê arô ode!

Que las hojas de Ossain
proporcionen el bálsamo revitalizante
que restaure nuestras energías,
manteniendo nuestra mente y cuerpo sano.

Ewe ossain!!.

Que Ochun nos de la serenidad
para accionar de forma consciente y equilibrada.

Tal como sus aguas dulces,
 que siguen desbravadoras en el curso de un rio,
entrecortando piedras
y precipitándose en una cascada,
sin parar ni tener como volver atrás,
apenas siguiendo para encontrar al mar,
que nosotros podamos luchar
por un objetivo sin arrepentimientos.

Ora yeyêo Oxum!
 
Que el arco íris de Oxumaré
transporte para el infinito
nuestras oraciones, sueños y deseos,
y que nos traiga las respuestas divinas,
de acuerdo con nuestros merecimientos.

Aroboboi Oxumaré!

Que los rayos de Iansa alumbren nuestro camino
y el turbinado de sus vientos lleve para lejos
a aquellos que se nos aproximan
con el intento de aprovecharse
de nuestras desdichas y flaquezas.

Êpa hey oyá!

Que las pedreiras de Xangô
sean la consolidación
de la ley divina en nuestro corazón.

Su machado pese sobre nuestras cabezas
revolviendo la conciencia y su balanza
nos inculque el buen seso.

kaô! kaô cabecilê!

Que las ondas de Yemanjá nos descarguen,
llevando para las profundidades del mar sagrado
las aflicciones del día a día,
dándonos la oportunidad de sepultar,
definitivamente, aquello que nos causa dolor
y que su seno materno nos acoja y nos consuele.

Odoyá Yemanjá!

Que las calabazas de Obaluaie
traigan no solo la cura de nuestros males corporales,
como también ayuden a nuestro espíritu
a despojarse de las vicisitudes.

Atotô Obaluaiê!

Que la sabiduria de Nanã
nos de otra perspectiva de vida,
mostrando que cada nueva existencia que tenemos,
sea aquí en la tierra o en otros mundos,
y genere el bagage que nos da medios
para alcanzar la evolución,
y no una forma de punición sin fin
como juzgan los insensatos.

Saluba Nanã!

Que la vitalidad de los Ibejis nos estimule
a enfrentar los sinsabores como aprendizaje;
que no perdamos la pureza misma que,
tenemos a nuestro alrededor,
y que la tentación no nos envuelva.

Que la inocencia no signifique flaqueza,
pero si refinamiento moral

!Oni beijada!

Que la paz de nuestro Creador Oxalá
renueve nuestras esperanzas
de que, después de errores y aciertos;
tristezas y alegrías; derrotas y victorias;
llegaremos a nuestro objetivo mas noble;
a los piés de Zambi mayor!

Epa Babá Oxalá!

Que así sea! Porque así será! Porque así ya es!

Axé!

 
 

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