No hay ningún amuleto tan cargado de simbolismo, historia y leyenda como el Escarabajo Sagrado que ya se usaba en el antiguo Egipto para ayudar tanto a los vivos como a los muertos. Se llevaba como abalorio o dije protector en pulseras collares, anillos, pendientes y diademas.
Cleopatra lo lucía engastado en sus joyas más valiosas y no solo para realzar su belleza sino también para hacer frente a las intrigas de los enemigos que intentaban separarla de su amado Marco Antonio.
En un principio los escarabajos disecados fueron tenidos por los egipcios como amuletos poderosos. Fueron introducidos en los sarcófagos desde los primeros tiempo como protección mágica para el difunto. En especial se situaba uno de estos insectos sobre el corazón para impedirle que testimoniara contra el difunto, ya que pensaban que el corazón era un órgano independiente con respecto al resto del cuerpo.
Con el tiempo, estos escarabajos auténticos fueron sustituidos por reproducciones en materiales menos perecederos y surgieron los amuletos llamados escarabeos que llevaban en su base una fórmula mágica tomada del libro de los muertos y en su parte superior el jeroglífico del corazón.
Todos los escarabajos experimentan una metamorfosis, y de la bola de estiércol que arrastra el escarabajo pelotero sale una vida nueva y limpia, así el talismán del Escarabajo Sagrado es siempre portador de renovación y transformación, de voluntad y afán, alcanzando ese grado máximo de energía en la dirección del punto cardinal este.
El Escarabajo Sagrado procura amparo en las situaciones o circunstancia adversas de la vida y despierta la habilidad de las personas para desarrollar la inteligencia práctica. Este amuleto es uno de los más útiles y de mayores efectos favorecedores, su energía se renueva constantemente y puede usarse como amuleto o como talismán. Si se lleva en el cuello, atado con un cordón o una cadena, conviene que penda aproximadamente a la altura del corazón. No es recomendable llevarlo engarzado en una gargantilla o en un collar muy corto pues ello dificulta el movimiento del talismán y es el movimiento lo que acrecienta sus poderes y aumenta sus efectos y virtudes.
Cuando te lo quites, si lo llevas colgado del cuello, lo mejor es guardarlo envuelto en un paño de color morado, pues así conserva su poder y sus virtudes.
Para ritualizarlo y liberarte de energía negativa, ponlo en la palma de tu mano izquierda y cúbrelo con la palma de la mano derecha, cierra los ojos y pronuncia la siguiente frase del libro de los muertos:
"No he ofendido a nadie,
ni hice llorar, ni he robado,
ni he mentido.
No he hablado mal de persona alguna,
no he matado ni he mandado matar".
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