Amado Padre Celestial,
este negocio es tuyo,
y yo soy tu servidor,
por favor trabaja conmigo hoy,
mañana y siempre.
Que seas Tú quién lo dirija,
en tus manos lo dejo,
porque Tú eres la abundancia,
porque tu eres el mejor gerente,
el mejor banquero,
maneja nuestros activos y pasivos,
cubre nuestras facturas y deudas,
sin Ti no hay prosperidad.
Bendice con tu poder este negocio,
llena de justicia y sabiduría a este tu servidor,
que todo lo que vendamos
sea para la honra y gloria Tuya Padre mío,
y beneficio para mi familia,
empleados y clientes.
Deposito en tus benditas manos
nuestras ventas, el éxito y la prosperidad,
ya que eres el gerente y el banquero
de nuestro negocio, de nuestras vidas,
y abunda en amor y prosperidad a nuestros clientes,
para que nos puedan comprar,
tu lo puedes Padre Amado.
Te ruego que así como Tu multiplicaste,
milagrosamente, los peces y los panes
a través de tu amado hijo Jesucristo
y le diste de comer a todo un pueblo
por cuarenta años en el desierto,
hagas que las ventas se multipliquen
para bienestar de todos los que dependemos de él.
Que todos nos beneficiemos,
familia, clientes amigos.
Amado Padre Celestial,
bendice y protege éste negocio de la envidia,
el egoísmo y las malas influencias,
a los que laboramos en él,
dadnos un espíritu de actitud positiva
y de servicio, que irradiemos amor,
tolerancia, paciencia y te alabemos,
cada día, con nuestro servicio
permitiéndonos ver este lugar
lleno de prosperidad y abundancia.
Gracias Padre
porque siempre oyes nuestras oraciones,
confió en Ti mi Padre,
ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
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