en Ti confío, y a Ti recurro,
con el alma afligida
y el corazón compungido.
A Ti acudo hoy, oh Corazón de Jesús,
porque en Ti encontraré consuelo,
cuando afligido y desesperado
vengo a pedirte ayuda y protección.
Abrumado por el peso de mi cruz,
necesito ayuda y consuelo.
La angustia, la pobreza y el fracaso
al intentar poner fin a mis angustias
me impulsan a buscar
una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme
la gracia que imploro,
porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
un motivo más para oír mi petición.
porque en Ti encontraré consuelo,
cuando afligido y desesperado
vengo a pedirte ayuda y protección.
Abrumado por el peso de mi cruz,
necesito ayuda y consuelo.
La angustia, la pobreza y el fracaso
al intentar poner fin a mis angustias
me impulsan a buscar
una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme
la gracia que imploro,
porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que tu Corazón compasivo
encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
un motivo más para oír mi petición.
Oh Divino Jesús que dijiste:
"Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre".
Mírame postrado a tus plantas suplicándote
me concedas una audiencia.
"Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis;
llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre".
Mírame postrado a tus plantas suplicándote
me concedas una audiencia.
Tus palabras me infunden confianza,
sobre todo ahora que necesito
que me hagas un favor:
(Se ora en silencio pidiendo el favor).
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
cuyo Corazón es un manantial inagotable
de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar
sino en el tesoro de tu Corazón,
que contiene todas las riquezas
de la clemencia y generosidad divinas?
Escucha la súplica
de este pecador desconsolado,
y no me dejes solo, en el olvido,
pues temo no poder seguir llevando mi cruz,
y caer en la depresión y la locura.
Yo creo firmemente en Ti, mi Señor,
y espero en el amor de tu bondadoso corazón,
la ayuda y la solución para mi súplica.
Sagrado Corazón de Jesús,
en Vos confío.
sobre todo ahora que necesito
que me hagas un favor:
(Se ora en silencio pidiendo el favor).
¿A quién he de pedir, sino a Ti,
cuyo Corazón es un manantial inagotable
de todas las gracias y dones?
¿Dónde he de buscar
sino en el tesoro de tu Corazón,
que contiene todas las riquezas
de la clemencia y generosidad divinas?
Escucha la súplica
de este pecador desconsolado,
y no me dejes solo, en el olvido,
pues temo no poder seguir llevando mi cruz,
y caer en la depresión y la locura.
Yo creo firmemente en Ti, mi Señor,
y espero en el amor de tu bondadoso corazón,
la ayuda y la solución para mi súplica.
Sagrado Corazón de Jesús,
en Vos confío.
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