Los empresarios chinos son una interesante mezcla de astucia, inteligencia y superstición. Son muchas las cosas que hacen para aumentar las posibilidades de éxito y, generalmente hablando, tienen mucho éxito en los negocios.
Como es natural, utilizan el Feng Shui para colocarse en una posición ventajosa sobre sus competidores. También utilizan otros recursos que de igual modo parecen ser de ayuda. En Occidente podrán tildarse de supersticiones, pero cada vez son más los que ponen en práctica algunas de las ideas que han sido utilizadas en Oriente durante miles de años.
En Oriente es común ver ocho monedas atadas en serie con una cuerda roja que cuelga de la pared. Actúan a modo de talismán y se cree que atraen la buena suerte y la prosperidad. Además, la contemplación de las monedas es un recordatorio para el empresario de por qué está en la actividad comercial. Muchos empresarios llevan consigo una vieja moneda para atraer la suerte. Algunos incluso tienen monedas cosidas a la ropa para llevar una moneda vieja encima en todo momento.
Las monedas más extendidas datan de las dinastías Tang y Sung (618-905 d.C. y 960-1279 d.C.). Las réplicas de estas monedas se pueden encontrar normalmente en las tiendas de importación.
Con frecuencia, bellos trazos de caligrafía adornan las paredes de los locales comerciales chinos. Normalmente son sentencias concebidas para mantener al personal motivado y para atraer el dinero al negocio.
Las pinturas y las estatuas de los dioses chinos de la riqueza suelen estar colocados estratégicamente en los locales comerciales, una vez más, para atraer el dinero hasta el interior. Pero el que se ve con mayor frecuencia es Tsai Shen N'eh.
A veces también se pueden ver algunos Budas risueños, cuyos estómagos acarician con reverencia cada día los dueños del negocio para atraer la buena suerte.
Ninguna de estas cosas forma parte del Feng Shui, aunque en ocasiones se las asocie con él. Sin embargo, hacen que el dueño del negocio permanezca motivado y concentrado en el objetivo no sólo del beneficio, sino también de la riqueza y la abundancia.
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