Por el corazón de la tierra de fundido metal,
por el Clavo de imán
que atraviesa el corazón del Mundo,
por las doce piedras de la ciudad santa,
por los siete metales que corren por las venas
del interior de la Tierra:
Yo os conjuro obreros subterráneos,
hadas doradas voladoras,
trabajadores del oro y de los diamantes,
espíritus del polvo de las hadas,
almas de los cristales y los cuarzos,
espíritus de dragones guardianes de tesoros,
os llamo en nombre del Cristo y de Gob.
Espíritus de la Naturaleza,
Espíritus de la Tierra,
acudid a mi y traedme riquezas.
A vosotros que guardáis los tesoros,
que sois dueños del oro,
y que disponéis de inmensa fortuna
os pido ayuda para acrecentar la mía,
que vuestros poderosos espíritus
obren en mi favor
y yo os contentaré con dulces ofrendas:
caramelos y miel para alegrar vuestras vidas,
blancas velas para elevar vuestras almas,
como agradecimiento a vuestros favores.
Dadme vuestra protección,
dadme fortuna y riqueza,
aumentar mi buena suerte,
sedme propicios,
y alejad mis miserias.
Así sea y así se cumpla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario