¡Oh, espíritus angélicos y divinos,
mis fieles protectores,
justos y benevolentes,
que todo lo veis y podéis!
En el juicio que voy a asumir,
que todo lo veis y podéis!
En el juicio que voy a asumir,
os ruego que me acompañéis
y que en este día decisivo,
que estéis a mi lado y
defendáis mi causa,
que sean reconocidos todos mis derechos
sobre la maldad e intriga
de mis enemigos…
(aquí el nombre completo de ellos
y que en este día decisivo,
que estéis a mi lado y
defendáis mi causa,
que sean reconocidos todos mis derechos
sobre la maldad e intriga
de mis enemigos…
(aquí el nombre completo de ellos
y el problema al que te enfrentas)
Os pido que iluminéis la mente,
Os pido que iluminéis la mente,
de quien me haya de juzgar
para que me trate con justicia,
que reconozca mi inocencia
y me trate con bondad y aquiescencia.
Os ruego que en la misma medida
que se consume este incienso
que de todo corazón os ofrezco,
así desaparezcan y consuman
que se consume este incienso
que de todo corazón os ofrezco,
así desaparezcan y consuman
todos los obstáculos e impedimentos
que puedan poner mis enemigos
y que yo alcance la victoria final,
con el beneplácito del juez
y con una sentencia favorable.
Así se cumpla.
Así se cumpla.
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