La imagen de Buda es símbolo de encarnación y de poder cósmico e irradia por doquier realidad y espiritualidad siddabartba, nombre de Buda al nacer, cuya personalidad e historia están cargadas de leyenda, marcó las principales pautas a seguir: iluminación y renuncia.
E talismán Buda de la Felicidad ayuda a conseguir tales propósitos sin dolor y esfuerzos inútiles, pues está cargado de poderes y virtudes que abren la mente y la conciencia para encontrar el camino recto y preferirlo a los atajos.
El talismán Buda de la Felicidad procura total sabiduría, pues aleja a los hombres y mujeres de las dependencias domésticas e inútiles, desterrando de su vida la ruindad, la envidia y la confusión, apartándolos de las situaciones que engendran egoísmo y malsanos deseos de gloria y poder, alejándolos de toda circunstancia que implique discordia o división, y llevándolos por fín, hacia el camino recto de la calma y la tranquilidad del ser en vez del tener, del desprendimiento en lugar del ansia de acaparar y del espíritu de concordia en lugar de crear división.
Se trata pues de un talismán excepcional, cuyos poderes y virtudes son únicos e inigualables, en suma, extraordinarios. Es un talismán cuya acción se va notando poco a poco e incrementándose con el tiempo.
Según la ancestral sabiduría china, todo lo que se hallaba bajo los cielos estaba sometido al poder de sus gobernantes y nada escapaba a su control, ejercido directamente y a través de la ciencia de los signos, de ahí que el talismán Buda de la Felicidad despliegue su máxima energía en todas las direcciones.
Al igual que las abundantes representaciones del Buda histórico, tanto en templos como en otros lugares, están hechas con diversos materiales, estuco, metal, marfil o madera, así el talismán Buda de la Felicidad puede fabricarse con distintos elementos sin que de ello se derive menoscabo ni merma alguna de sus virtudes y poderes. Lo importante en este caso es la adecuada personificación del talismán, lo cual se consigue mediante una visualización que consiste en rememorar, lo más fielmente posible, los momentos más felices de nuestra vida, no importa que esos momentos hayan sucedido hace muchos años, lo importante es recordarlos con nitidez, sin adornos ni exagerarlos.
Colócate enfrente del Buda de la Felicidad y visualiza un antiguo y grato recuerdo, al punto notarás un gran alivio emocional y un grave problema económico remitirá hasta desaparecer.
Los disgustos producidos por un problema familiar o por un desengaño amoroso desaparecen si sujetas durante unos minutos el amuleto Buda de la Felicidad entre las palmas de tus manos extendidas.
El talismán Buda de la Felicidad libera de la pobreza material y espiritual.
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