que naciste en la felicidad y la opulencia
y todo lo abandonaste para vivir en la soledad,
olvidándote del mundo y de ti mismo,
y tomando conciencia de la vida material,
solo para atender las necesidades de tu prójimo.
Bendito eremita que desde tu tumba
sigues realizando prodigios y milagros,
acude a mi llamada y trae soluciones a mi vida:
Sé tú, quien me conduzca
al lugar donde he de comprar
el boleto que saldrá premiado,
que sea tu mano quién me guie
a la hora de elegir el número afortunado,
y que gracias a ti, pueda solucionar
y que un premio del azar,
es la única solución para resolver
todos mis problemas económicos,
y abrir nuevos caminos en mi futuro.
Glorioso Santo, trae la fortuna a mi vida,
devuélveme la tranquilidad perdida,
por días y días de infortunio,
solo tu puedes hacerlo.
Prometo con las ganancias hacer,
colaboraciones para buenas causas
y beneficencia para con los mas necesitados.
Amén.
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