Obatalá es inmenso con sus túnicas blancas,
duerme en telas blancas.
Despierta en telas blancas.
duerme en telas blancas.
Despierta en telas blancas.
Padre venerado, el consorte de Yemowo,
Espíritu de Luz me das alegría
cuando estás en su sitio.
Es un lugar agradable
donde tú, Orisha, tienes su trono.
Es un lugar agradable
donde tú, Orisha, tienes su trono.
Eres el poderoso que vive con una persona
y la hace próspera.
El jefe de la cabeza que puede multiplicar
a una persona y convertirla en doscientas.
Multiplícame en cuatrocientos,
multiplícame en doscientos.
Multiplícame
en mil cuatrocientas sesenta personas
y multiplica mis bienes,
los materiales y los espirituales,
no permitas que pase escasez,
trae a mi la fortuna y la prosperidad.
Alabe a Obatalá,
alabe al Rey del sagrado bosquecillo,
alabe al Rey del Cielo,
Es al Dueño de la Luz Blanca a quien sirvo.
Es al Orisha a quien sirvo.
Es al Dueño de la Luz Blanca a quien sirvo.
Es al Orisha a quien sirvo.
Es al Dueño de la Luz Blanca a quien sirvo.
Obatalá duerme en blanco.
Obatalá despierta en blanco.
Obatalá está en lo blanco.
Él es quien crea según su voluntad,
yo le doy mi respeto.
Respeto al Espíritu de la Luz Blanca,
el mensajero que trae bondad al bosque,
yo le doy mi respeto.
Respeto al Espíritu de la Luz Blanca,
el mensajero que trae bondad al bosque,
y su poder supera a la muerte.
Padre inmortal que come caracoles,
el hijo del más antiguo,
el que trajo el misterio de la visión mística,
jefe de todas las cosas
que existen en el mundo.
Palabra que transforma pesar en alegría,
palabra que se levanta temprano
y da patadas en el suelo,
me trae la abundancia,
me trae la prosperidad,
me libra de todas mis penas
y me llena de alegría.
Es al Dueño de la Luz Blanca a quien sirvo.
Es al Orisha a quien sirvo.
Es al Dueño de la Luz Blanca a quien sirvo.
Asé.
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