¡Oh Virgen Purísima!
¡Oh Madre de Dios!
Madre y Señora de todo lo creado,
Clementísima Madre de todos los pecadores,
que ostentáis el Sagrado Nombre de Guadalupe
por Vos confiamos lograr el perdón de nuestras culpas
ya que cuantos bienes tenemos
nos vienen por vuestra intercesión y misericordia,
y sois la esperanza de nuestra vidas.
Para Vos Señora, nada hay imposible ni difícil,
porque vuestro Divino Hijo os dio pleno dominio
y soberana potestad sobre todo el linaje humano,
redimido con su Preciosa Sangre.
¿Cuántos pecadores envejecidos
y desesperados de sus salvación
resucitaste de muerte a vida
por medio de vuestra prodigiosa imagen
de Santísima Virgen y Madre de Guadalupe?
Madre Dulcísima volved a nosotros
esos tus ojos misericordiosos,
mirad Señora alrededor de Vos
tantos devotos vuestros
y de vuestra portentosa imagen de Guadalupe
que posponiendo los cuidados
y nuestras conveniencias temporales
y nuestras conveniencias temporales
acudimos a venerar a Nuestra Sagrada Madre,
y solicitar vuestra protección y patrocinio.
pues sois toda piedad y misericordia
sin el más leve indicio de rigor.
Derramad sobre nosotros una copiosa bendición
de bienes espirituales para las almas
y corporales si conviene para los cuerpos.
Amparadnos Madre Nuestra,
haced que el corto tiempo de vida que nos queda
lo empleemos en servir a Dios y en amaros a Vos
lo empleemos en servir a Dios y en amaros a Vos
con toda la pureza de nuestro corazón,
y aliviad nuestras penas y necesidades
pues somos hijos tuyos, Sagrada Madre,
y a ti recurrimos en nuestras angustias y dolores,
para implorarte y dejar en tus benevolentes manos
todas nuestras miserias y problemas.
Esperamos alanzar también la gracia
de merecer ver a Dios
con Vos para toda la eternidad.
Amén.
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